El uso compartido de escritorios, también conocido como "hot desking ", es un concepto de lugar de trabajo en el que los escritorios o puestos de trabajo no están asignados permanentemente a un empleado concreto, sino que pueden utilizarse de forma flexible.

En lugar de asignar a cada empleado un puesto de trabajo fijo, los empleados pueden utilizar diferentes escritorios o zonas de trabajo en función de sus necesidades y disponibilidad .

El uso compartido de escritorios puede ayudar a optimizar la utilización del espacio de oficina, reducir costes, fomentar la colaboración entre los empleados y aumentar la flexibilidad en el lugar de trabajo .

Sin embargo, requiere una organización y una planificación eficaces para asegurar que se satisfacen las necesidades de los empleados y se garantiza un flujo de trabajo fluido.