El "ajuste cultural" se refiere a la adecuación entre un empleado y la cultura corporativa de una empresa.
Un empleado que encaja culturalmente comparte los valores, las normas, los comportamientos y los estilos de trabajo de la empresa. Se sienten cómodos y se identifican con la forma en que la empresa trabaja y persigue sus objetivos.
Un buen ajuste en la cultura organizativa puede contribuir a mejorar el trabajo en equipo, a una mayor retención de los empleados, a una menor rotación y, en última instancia, a un mayor rendimiento.
Las organizaciones suelen buscar coincidencias culturales durante el proceso de contratación para asegurarse de que los nuevos empleados no sólo tienen las aptitudes y cualificaciones necesarias, sino que también encajan bien en la empresa y en su entorno de trabajo.
Sin embargo, es importante señalar que un énfasis excesivo en la adecuación cultural también puede conducir a una falta de diversidad y de perspectivas frescas, lo que podría afectar a la capacidad de innovación de la organización.